El padre de origen marroquí retiene a la hija en Reino Unido, una vez transcurrido el plazo de 1 año acordado por escrito entre los progenitores, para que ésta realizara un curso escolar en Londres. La madre ostenta la guarda y custodia por Sentencia dictada por un Tribunal Español. Los Tribunales Ingleses niegan la devolución de la menor, en aplicación del artículo 13 del Convenio de la Haya de 1980 invocado por el padre (arraigo de la menor). La madre, se ve en la necesidad de aceptar un acuerdo en los Tribunales ingleses, en virtud del cual se fija un régimen de visitas de la menor con la madre en España, comprometiéndose la madre a que mientras la menor esté en su compañía ésta llevará el niqab, rezará cinco veces al día dirección a la Meca y realizará el Ramadán con 13 años de edad. Al venir la menor a España a pasar un fin de semana, se interpone demanda de modificación de medidas y medida cautelar, al vulnerar la resolución inglesa el orden público español. El informe del SATAV concluye que el padre es incapaz de empatizar con los sentimientos de la hija, no pudiendo asimilar que la menor no acepte sus criterios educativos, negándose la hija a mantener contacto con el padre. El Tribunal español establece que la guarda y custodia debe seguir ostentándola la madre, al no existir elementos que indiquen la necesidad que la menor pase por un nuevo cambio de residencia y de núcleo convivencial, ni datos que demuestren que la madre no sea apta para continuar con el cuidado y atención de la hija. Se acuerda la suspensión temporal del régimen de visitas de la menor con el padre, hasta que éste sea capaz de empatizar con los deseos de su hija y con lo que ésta desea realizar, momento a partir del cual se reanudarán las visitas en el punto de encuentro familiar, con una duración de 2 horas semanales. Se prohíbe la salida de la menor del territorio español por riesgo de sustracción internacional de la menor a Marruecos por parte del padre, a fin de apartarla de toda influencia occidental.