En primer lugar, aclaramos que hoy vamos a hablar de un supuesto donde el matrimonio está casado en separación de bienes, pues no sucede lo mismo si el matrimonio está casado en otro régimen matrimonial.

La obligación de prestar alimentos a los hijos, inclusive aunque no se ostente la patria potestad, es una obligación tanto de padre como de madre. En caso de separación o divorcio, ambos progenitores deben contribuir a satisfacer los alimentos a los hijos.

Se entiende por alimentos todo cuanto es indispensable para el mantenimiento, vivienda, vestido y asistencia médica de la persona alimentada, así como los gastos para la formación si esta es menor y para la continuación de la formación, una vez alcanzada la mayoría de edad, si no la ha terminado antes por una causa que no le es imputable, siempre y cuando mantenga un rendimiento regular. Asimismo, los alimentos incluyen los gastos funerarios, si no están cubiertos de otra forma”.

En muchos convenios de familia, los progenitores suelen pactar, normalmente porque se carece de recursos económicos, la adjudicación de la mitad de la vivienda del progenitor que debe abonar la pensión alimenticia a favor del hijo (permuta de la pensión por alimentos), extinguiéndose en muchos casos dicha pensión alimenticia.

Sin embargo, muchas personas desconocen que la adquisición de la propiedad por el hijo está sujeta al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, ya que se considera una transmisión patrimonial onerosa – la base imponible dependerá si coincide o no la pensión alimenticia con el valor real del inmueble – suponiendo además la obtención de un rendimiento del trabajo sometido al Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, pues no se le aplicaría la exoneración a las anualidades por alimentos percibidas por los padres en virtud de una resolución judicial. En el supuesto que no coincidiese el valor del inmueble también tributaría por el Impuesto de Donaciones por el exceso hasta el valor real del bien.

¿Pero qué sucede si la transmisión la hace el padre a la madre, como pago único y definitivo de la pensión de alimentos a favor de los hijos? Entonces no estamos ante una permuta por alimentos, sino ante una adjudicación para pago de deudas, y por tanto, sujeta al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, aunque en este caso, si en el plazo fijado por la ley el bien es transmitido al acreedor en solvencia de su crédito o a un tercero para ese objeto, puede exigirse el impuesto satisfecho por dicha adjudicación.

Sara Benjelali González
Abogada